COSITAS y COSOS
Ayer fue una maravilla, fue algo que necesitaba hace tiempo, estuve a punto de no ir, estaba en Valparaíso, atrasado, cansado y todo me decía: Quédate y haz lo que tienes que hacer.
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Gracias a Dios y la Virgen hice lo que tenía que hacer, o sea, ir a estar con ustedes. Saben que fui única y exclusivamente porque quería verlos, darles las gracias una vez más a quienes me acompañaron en la obra de Teatro, sentir sus abrazos y besos, caricias y juegos. Quería estar con ustedes.
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La clase de ayer me inspira, alienta, consuela, fortalece, cautiva. Yo las hubiera agarrado a besos y no me hubiera soltado por nada del mundo, el mirarse a los ojos y sostener la mirada, querer a través de mis ojos, a través de mi mirada a quien tuviera al frente. Encontré miradas fascinantes, miradas plenas, cariñosas, fortalecedoras, dulces, tibias, ingenuas, exquisitas.
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Carlita, MUCHAS GRACIAS, la música estuvo perfecta, abrió espacios en mi cuerpo y mente que pensé estaban muertos u obsoletos. Estoy vivo, estoy acompañado por un grupo de locos y locas que pagan para estar juntos y quererse, es lo más absurdo y maravilloso que me ha ocurrido durante mucho tiempo. Los quiero, los extraño, los reconozco a cada uno por su olor.
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Paty, tu olor del pelo me encanta, tu pelo me encanta, liso, negro, limpio, bello. Marcela, tu olor lo siento antes de verte y me acompaña hasta Valparaíso cuando regreso. Tus ojos azules me maravillan cuando me poso en ellos.
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Ya, me puse latero, el martes le diré uno por uno lo que siento al estar con ellos. Los quiero. Un abrazo y un beso GRANDE.
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Gracias
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Rodolfo
